Nutrición

Hambre fisiológica versus hambre emocional, ¿Cómo aprendo a identificarlas?

Licda. Pamela Castellanos/Nutricionista


Para alimentarnos de una manera correcta debemos conocer en qué consiste cada uno de estos tipos de hambre. Si se nos dificulta mantener una alimentación equilibrada porque a menudo sufrimos ataques de ansiedad o antojos, deberíamos plantearnos por qué suceden estos.  El hambre fisiológica aparece cuando nuestro organismo necesita nutrientes para poder subsistir, cuando nuestros tejidos necesitan energía, y las vías metabólicas necesitan sustratos para poder recargarse y que nuestro organismo funcione adecuadamente. Normalmente se percibe la sensación de estómago vacío o ruidos estomacales. El hambre emocional aparece cuando nuestro inconsciente necesita satisfacer nuestra psique o mente, ya sea que por ansiedad necesitemos sentirnos satisfechos y comemos de más. En este sentido, existen sustancias en nuestros cuerpos que suelen ser definidos como el “cuarteto de la felicidad”, conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina, si hay algún desbalance o disminución de alguna, ya sea por episodios de depresión, enojo, sentimientos reprimidos o temas médicos también se produce el hambre emocional. Este tipo de hambre se caracteriza por sentir antojos, ya que, si consumimos alimentos agradables a nuestro paladar, estas sustancias empiezan a nivelarse y estabilizarse. Las emociones influyen en las elecciones alimentarias y generalmente una incorrecta gestión emocional hace que dichas elecciones no sean adecuadas, provocando una sensación de culpabilidad y malestar con la comida y haciendo que se convierta en un refugio ante los problemas. La pregunta clave es la siguiente: ¿siento una recompensa momentánea, seguida de sentimiento de culpa? Si la respuesta es sí, definitivamente es hambre emocional

Diferencias entre hambre fisiológica y hambre emocional

Hambre Fisiológica

  • Aparece de forma gradual y puede esperar a que el paciente se alimente
  • Cualquier tipo de alimento lo satisface
  • La sensación de saciedad será la señal para dejar de comer
  • No produce sentimientos de frustración o culpa luego de comer

Hambre Emocional

  • Aparece de forma repentina y urgente|
  • Necesidad de ingerir alimentos ricos en grasa u organolépticamente aceptados
  • El hambre no se satisface luego de la ingesta, y hay necesidad de ingerir más alimento

¿Cómo se puede hacer frente al hambre emocional?

El primer paso para identificar el tipo de hambre que tenemos es reflexionar si realmente tenemos hambre o si se trata de un antojo: el solo hecho de detenernos puede ser un buen indicador. Comer de manera inconsciente y rodeados de distracciones nos impide ser conscientes del nivel de saciedad de nuestro cuerpo.

Debemos identificar las emociones que lo desencadenan y observar las reacciones.

Después de analizar la situación, el objetivo será sustituir la comida que da ese placer momentáneo por otra actividad que proporcione el mismo bienestar.

Una alimentación sana y equilibrada debería ser variada y contener la mayoría de los alimentos de los que disponemos: la clave, como siempre, está en las porciones.

Debemos tener alimentos listos para ingerir como infusiones, gelatina light, frutas o algún alimento bajo en calorías.

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