Dra. Mariandré Sosa Rojas / Nutriologa Clínica / Nutri2 Health Community
En el campo de la nutrición y dietética, existen multiples mitos, teorías, premisas y “verdades absolutas”, las cuales van variando a lo largo del tiempo, muchas veces por “moda” y otras por evidencia científica que va evolucionando constantemente.
Alimentarse no es necesariamente nutrirse, y muchas veces se confunde el concepto de que comer bien, es comer de todo, sin embargo, hay alimentos saludables como las frutas y verduras; y otros “insanos” como los refrescos azucarados y la comida procesada. Comer equilibrado se basa en hacer una correcta elección de alimentos saludables.
En términos sencillos, el tema de la pérdida de peso se podría reducir a la matemática de las calorías, es decir contar calorías, ya qué para perder peso tienes que comer menos calorías de las que tú cuerpo quema o consume. Es tan sencillo, como decir, que para ahorrar dinero necesitas guardar más dinero del que gastas.
Sin embargo, no podemos reducir el cuerpo humano a una sencilla ecuación matemática, ya que al igual que orinamos en mayor cantidad cuando bebemos más liquidos, tambien quemamos mas calorías cuando comemos más y quemamos menos calorías cuando comemos menos, debido a que de esa manera se regula fisiológicamente nuestro metabolismo cuando está sano, es decir que el agua que entra y sale; y las calorías que entran y se queman son cuestión de biología humana consolidada, no de matemáticas metabólicas fijas.
Perder peso y más concretamente oxidar grasa y no recuperarla parece complejo, ya que las estrategias tradicionales de “morir de hambre para perder peso” ofrecen probablemente resultados a corto plazo, pero no sostenibles. Podemos perder peso temporalmente si pasamos hambre, pero no es una estrategia sostenible ni saludable a mediano y largo plazo.
El cuerpo humano no es un sistema simple en el que únicamente entra energía y sale energía, si fuera así, para adelgazar todo se reduciría a comer menos y gastar más calorías, pero el asunto es mucho más complicado.
Pese a que no todos los especialistas coinciden, leer las etiquetas de los alimentos, escuchar los consejos comerciales, contar calorías o calcular porcentajes de nutrientes, no es lo único que tendríamos que priorizar, realmente deberíamos centrarnos en la calidad nutricional de los alimentos, en sus combinaciones en el contexto general de nuestra dieta, en lo que nos sacian y lo que nos aportan los macronutrientes principales como las proteínas, grasas y carbohidratos.
