La presión arterial alta es una afección grave que, si no se trata, puede llevar a muchas otras complicaciones de salud dentro de las que podemos mencionar: enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y la demencia.
La medicación y los cambios de estilo de vida son una gran combinación para prevenir o reducir los problemas de salud que la presión arterial alta pueda causar.
Se estima que en el mundo hay 1,280 millones de adultos entre 30 y 79 años con hipertensión arterial, la mayoría de ellos vive en países de ingresos bajos y medianos. Esta enfermedad se caracteriza por ser silenciosa afectando a 1 de cada 5 adultos, convirtiéndola en la mayor fuente de fallecimientos prematuros en el mundo, debido a que un 46% de los pacientes desconocen que la padecen.*
Según el doctor Manuel Fajardo, Médico y Cirujano, es importante atender a síntomas como mareos, náuseas, sueño, dolor de cabeza y dificultad al respirar, entre otros; sin embargo, en muchas ocasiones no suele dar síntomas sino hasta cuando ya está en una etapa grave o potencialmente fatal.
Factores de Riesgo:
Sobrepeso u obesidad. Cuanto mayor sea tu masa corporal, más sangre necesitas para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que la cantidad de sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos aumenta, también lo hace la presión en las paredes de las arterias.
Sexo. La presión arterial elevada es más frecuente en los hombres que en las mujeres hasta aproximadamente los 55 años. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta después de los 55 años.
Raza. La presión arterial elevada es particularmente frecuente en las personas de ascendencia africana y, a menudo, aparece a una edad más temprana en relación con las personas de raza blanca.
Antecedentes familiares de presión arterial alta. Si un familiar de primer grado, como padres o hermanos, tiene presión arterial alta, es más probable que desarrolles presión arterial elevada.
Falta de actividad física. No hacer ejercicio puede causar aumento de peso e incrementar el riesgo de padecerla.
Dieta rica en sal (sodio) o baja en potasio. El sodio y el potasio son dos nutrientes claves en la regulación corporal de la presión arterial. Si tienes demasiado sodio o muy poco potasio en la dieta, es más probable que tengas presión arterial elevada.
Consumo de tabaco. Fumar cigarrillos, mascar tabaco o estar cerca de otras personas que fuman (fumador pasivo) puede aumentar la presión arterial.
Consumo excesivo de alcohol. Se ha asociado al consumo de alcohol con la presión arterial elevada, especialmente en hombres.
Ciertas enfermedades crónicas. La enfermedad renal, la diabetes y la apnea del sueño, entre otras afecciones, pueden aumentar el riesgo de padecer presión arterial elevada.
Cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a controlar la presión arterial alta:
Elegir alimentos saludables para el corazón. Considera la dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés), que se enfoca en frutas, verduras, cereales integrales, aves de corral, pescado y productos lácteos con bajo contenido de grasa.
Reducir el nivel de sal en la alimentación. Intente limitar el consumo de sodio a menos de 2,300 miligramos por día. Lo ideal para la mayoría de adultos es consumir 1,500 miligramos de sodio por día o menos.
Bajar de peso. Bajar, aunque sea un poco de peso puede reducir la presión arterial.
Mantenerse activo. El ejercicio regular reduce la presión arterial y ayuda a perder peso y combatir el estrés.
Aprender a reaccionar ante el estrés. El estrés puede llevarnos a actuar de forma dañina, lo que puede empeorar la presión arterial. Intenta controlar el estrés de forma saludable, por ejemplo, mediante la meditación o ejercicios de respiración profunda.
Evitar o reducir el consumo de alcohol.
Dejar de fumar. El tabaco provoca un aumento en la presión arterial y en las placas que se acumulan rápidamente en las arterias.
Ya sean cambios de estilo de vida, de medicación, o a través de controles diarios de presión, asegúrate de continuar con las medidas tomadas para controlar tu presión arterial.
Es importante mencionar que antes de cualquier cambio debes consultarlo con tu médico.