Los niños de hoy día están rodeados de tecnología, avances en la ciencia, método para su perfecto cuidado, entre tantos otros controles, y todos los anteriores transforman la manera en que los niños experimentan.
Ahora bien, en la vida de todo niño es fundamental un elemento humano que lo haga trascender y que brinde bienestar. En generaciones pasadas no se observaba tan equitativo el rol entre papás y mamás, ahora la paternidad está desenvolviéndose tal cual se precisa.
Investigaciones indican que los padres hoy día se encuentran más involucrados, se les reconoce el interés por querer estar presentes en cada etapa de sus hijos, está cambiando la perspectiva en que sus hijos ven el mundo y como se ven a sí mismos como figuras indispensables en el desarrollo integral de un hijo.
¿Ha notado que ahora los papás se esfuerzan mucho más por realizar las tareas equitativamente? Ellos se toman muy en serio la crianza de sus hijos, gozan de cada momento y estrechan lazos que perdurarán, y en verdad cada actividad ¡la ejecutan de maravilla!
Los padres pasan ahora 3 veces más tiempo con sus hijos en comparación a dos generaciones anteriores; y aunado aprovechan mucho más el tiempo que invierten junto a sus hijos.
Hace falta apoyo por parte de la sociedad, una verdadera inclusión para hacer que la figura varonil funja como excelentes modelos de paternidad; tanto para sus hijos, familia, así como para el entorno donde se desenvuelven.
En 1982, un sorprendente 43 % de los papás admitieron en un estudio que nunca habían cambiado un pañal. Hoy en día, ese número ha disminuido a alrededor del 3 %, y eso es sumamente importante, porque la investigación indica que cuando los papás visten, ponen pañales y bañan a sus bebés, la relación se fortalece a medida que el niño crece.
La investigación muestra que los padres del milenio tienen creencias más igualitarias sobre el cuidado de los niños, y se esfuerzan por ver una distribución idéntica de deberes en la crianza.
Los números demuestran que las cosas no son perfectas ya que las mamás tienden a hacer más; aunque los datos indican que los papás modernos dedican 30 minutos más a las tareas domésticas diarias que sus propios padres, y pasan más tiempo con sus hijos que las generaciones anteriores.
Debe resaltarse el compromiso que los papás están tomando y que al mismo tiempo crean infinidad de valores y beneficios para su núcleo.
Valores como: enseñar a sus hijas que no son menos que un hijo varón, y a este último evidenciar que los platos y ropa no son un “trabajo de mujeres”, que únicamente son oficios o tareas que forman parte de ser un individuo que se desenvuelve en un entorno social.
Esta tendencia muy notoria en papás de la actual generación no solo es buena para sus hijos, sino también para sus matrimonios.
Según la investigación cuando el 60 % o más de las responsabilidades de crianza recaen en la madre, la relación entre madre y padre sufre, se debilita. Pero, cuando los papás toman sus responsabilidades equitativamente, las parejas tienen relaciones mucho más fuertes.
Con cambios sencillos la vida de la familia puede tomar un giro óptimo. A pesar de lo lejos que han llegado los padres de hoy, según datos adquiridos en el estudio reflejan que a menudo los papás se sienten en conflicto y luchan con la culpabilidad por no desempeñarse como tales; y en varios hogares la madre aún toma mayores responsabilidades.
Un papá de la presente generación puede compararse con su propio padre y ver las formas en que está mucho más involucrado, al igual lo percibe su pareja. Jill Whitney, terapeuta matrimonial y familiar
Un estudio reciente descubrió que las madres que trabajan normalmente tienen menos de una hora de tiempo libre, mientras que los padres tienen casi dos; eso demuestra que las mamás realizan más tareas que los papás.
Una encuesta de Pew encontró que la mitad de los padres quieren pasar más tiempo con los niños, y lamentan no poder superar algunas de las barreras de la vida laboral.
Los papás dicen repetidamente a los investigadores que quieren ser padres más involucrados, sin embargo, las políticas públicas y las instituciones sociales a menudo evitan que sean los padres que quieren ser, perjudicando a madres, padres y niños por igual. Kevin Shafer, profesor asociado de sociología en la Universidad Brigham Young
Shafer arguementa que se necesita desesperadamente un cambio en la cultura laboral general. Su investigación descubrió que –los padres eran más cariñosos, estaban más comprometidos emocionalmente y eran mejores co-padres si trabajaban para organizaciones con culturas y políticas que promovían la participación familiar–.
Como señalan los autores de un reciente estudio de Boston College, muchos de los padres hoy día tienen conflictos, –quieren ascender en la escala corporativa pero al mismo tiempo quieren pasar más tiempo con sus hijos. Son padres que afirman que los intereses de sus hijos son su máxima prioridad pero que no pueden obviar lo susceptibles que son a las demandas de las culturas corporativas–.
Es claro que los lugares de trabajo deben cambiar para apoyar a todos los padres a desenvolver su rol. Quizás entonces, el número de padres alcance un número equitativo en la atención infantil, ya que actualmente se visualiza un 1 papá involucrado de 3 encuestados.
Existen muchos desafíos en la presente generación de papás; así también han sido los descubrimientos y conocimientos surgidos. En redes sociales se observa lo gratificante que es ser padre, compartir experiencias que quizá no han experimentado algunos por diversos factores mencionados anteriormente, pero sin duda alguna eso marca un precedente para concientizar sobre lo significativo que es tanto para padres, hijos y para la familia en general resaltar el valor de desempeñar y experimentar con responsabilidad el rol de la paterno.