Redacción: Mind Fit Girl, programa interdisciplinario de salud mental y física.
¿En algún momento te has puesto a pensar qué cambios hubo en ti a raíz de la pandemia COVID-19? Posiblemente sí has notado algunos cambios, no solamente físicos, sino también a nivel emocional y mental. Actualmente, nos encontramos en una etapa de reincorporación a actividades presenciales y relaciones interpersonales, lo cual puede estar provocando altos niveles de estrés y agotamiento emocional. Por lo tanto, te invito a que sigas leyendo este artículo, así podrás conocer herramientas para alcanzar un bienestar mental y emocional. El estrés se puede presentar por medio de dolores de cabeza, tensión muscular, alteración en el sueño, alimentación, irritabilidad, apatía, falta de concentración, y desmotivación proyectando este malestar en el ámbito social, académico y/o laboral. En efecto, es necesario lograr disminuir los altos niveles de estrés para que en un futuro no se presente con síntomas de ansiedad. A nivel neurológico el estrés activa la hormona “cortisol” causando enfermedades cardiovasculares y alteraciones en el metabolismo. Es importante mencionar que al Dr. Halbert Dunn se le considera el padre del bienestar, él menciona que la salud del ser humano debe ir más allá, involucrando en el día a día un plan de alimentación, rutinas de acondicionamiento físico y actividades de introspección; de esta forma estarás alcanzado conductas conscientes para vivir en el aquí y ahora. Con respecto a vivir en el aquí y ahora es necesario alimentarse conscientemente, debido a que la alimentación tiene una relación con las emociones. Comer es una de las primeras necesidades fisiológicas del ser humano, como lo plantea “La pirámide de Maslow”, se identifica un hambre emocional cuando la alimentación se convierte en un refugio o escape. Pregúntate: ¿qué tipo de alimentos prefiero cuando me encuentro triste, enojado(a) o estresado(a)? Seguramente, nombrarás aquellos ricos en grasa y azúcar; esto sucede porque dichos alimentos estimulan el centro de recompensa cerebral, activando la dopamina lo cual provoca una satisfacción temporal.
Una de las mejores herramientas a utilizar para controlar el hambre emocional es la “alimentación consciente”, la cual nos lleva a ser conscientes de los pensamientos, emociones, patrones y/o hábitos de alimentación. Presta atención a lo que consumes e identifica: ¿qué me hace sentir este alimento?, ¿por qué lo elegí? ¿es de beneficio para mi cuerpo? Integra los sentidos, apártate de los aparatos electrónicos y concéntrate en alimentarte.
Por otro lado, el ejercicio físico ayuda a reducir altos niveles de estrés debido a que al estar en movimiento se libera serotonina, neurotransmisor encargado de la autorregulación emocional, también ayuda a que puedas concentrarte y tomar decisiones asertivas. En los momentos por los cuales estés atravesando desmotivación, actívate, libera serotonina. Se le considera un antidepresivo natural. Puedes involucrarte en entrenamientos virtuales o presenciales, experimenta la sensación de fortaleza al terminar un entreno. Crea tu red de apoyo, no entrenes solo(a) busca personas que te motiven a ser comprometido y persistente durante el proceso. Que tu objetivo sea ganar salud, no bajar de peso o alcanzar un estereotipo de cuerpo.
En relación al área emocional y mental, toma pausas activas, permítete descansar cuando consideres que te sientes agotado(a) a nivel emocional. Puedes utilizar un registro emocional, enfocándote en el “highlight” del día, es decir, al finalizar tu día crea un ambiente cómodo y seguro para que puedas escribir lo más relevante en tu día, Ej: “A pesar de no sentirme muy motivado(a) hice mi esfuerzo y reserve tiempo para ir al gym”, “Hoy preferí preparar un alimento, que comprar comida rápida, esto me hace sentirme orgulloso(a) de mi”. Recuerda que el ser humano funciona mejor ante las recompensas que a los castigos.
Para concluir, no olvides vivir un día a la vez así podrás alcanzar una vida consciente y lograrás un bienestar emocional y mental. El ser conscientes, influye en conectar con nuestro entorno y nosotros mismos, honrando a nuestro cuerpo.
¿En algún momento te has puesto a pensar qué cambios hubo en ti a raíz de la pandemia COVID-19? Posiblemente sí has notado algunos cambios, no solamente físicos, sino también a nivel emocional y mental. Actualmente, nos encontramos en una etapa de reincorporación a actividades presenciales y relaciones interpersonales, lo cual puede estar provocando altos niveles de estrés y agotamiento emocional. Por lo tanto, te invito a que sigas leyendo este artículo, así podrás conocer herramientas para alcanzar un bienestar mental y emocional. El estrés se puede presentar por medio de dolores de cabeza, tensión muscular, alteración en el sueño, alimentación, irritabilidad, apatía, falta de concentración, y desmotivación proyectando este malestar en el ámbito social, académico y/o laboral. En efecto, es necesario lograr disminuir los altos niveles de estrés para que en un futuro no se presente con síntomas de ansiedad. A nivel neurológico el estrés activa la hormona “cortisol” causando enfermedades cardiovasculares y alteraciones en el metabolismo. Es importante mencionar que al Dr. Halbert Dunn se le considera el padre del bienestar, él menciona que la salud del ser humano debe ir más allá, involucrando en el día a día un plan de alimentación, rutinas de acondicionamiento físico y actividades de introspección; de esta forma estarás alcanzado conductas conscientes para vivir en el aquí y ahora. Con respecto a vivir en el aquí y ahora es necesario alimentarse conscientemente, debido a que la alimentación tiene una relación con las emociones. Comer es una de las primeras necesidades fisiológicas del ser humano, como lo plantea “La pirámide de Maslow”, se identifica un hambre emocional cuando la alimentación se convierte en un refugio o escape. Pregúntate: ¿qué tipo de alimentos prefiero cuando me encuentro triste, enojado(a) o estresado(a)? Seguramente, nombrarás aquellos ricos en grasa y azúcar; esto sucede porque dichos alimentos estimulan el centro de recompensa cerebral, activando la dopamina lo cual provoca una satisfacción temporal.