Nutrición

Alergias alimentarias

– Dra- Olga Vega Alergóloga Pediatra.

Empezaremos por definir que es una alergia, es una reacción exagerada de nuestro sistema inmunológico hacia algo que no debería serlo o que no lo es para los demás.

Cualquier alimento puede ser potencialmente el causante de una alergia, siendo las proteínas de los mismos contra quienes reacciona el sistema inmunológico. Para esto anteriormente este sistema ya tuvo que haber estado en contacto con esta proteína para crear anticuerpos contra ella. Lo que quiere decir que para que haya una reacción tuvimos que haber estado en contacto con este alimento previamente.

Por eso muchos se preguntan “si llevo toda mi vida de comer ciruela, ¿por qué hoy tuve una reacción tras comerla?”

No funciona así para todos los alimentos, la alergia al huevo y la leche, suelen ser exclusivas del bebé y niño, a menos que persista hasta la adultez. Pero no se desarrollan de nuevo en el adulto (a excepción del síndrome ave-huevo que es alergia a la yema y sucede en los adultos que han tenido aves previamente).

Bajo este concepto inmunológico se pueden englobar dos tipos de respuestas. La más conocida es la reacción mediada por IgE, que es inmediata a la ingesta y se caracterizan por la aparición de ronchas o urticaria generalizada, angioedema o hinchazón de ojos, labios, orejas y puede también ser grave, produciendo una anafilaxia que es cuando la reacción es tan severa que afecta además de la piel varios órganos, entre ellos, respiratorio (dificultad para respirar, pito, broncoespasmo), nervioso (pérdida de consciencia, mareo), digestivo (vómitos, naúsea, diarrea) o cardíaco (infarto, taquicardia, hipotensión, hipertensión).

Y lo más grave que es un shock anafiláctico, que sucede después de esta reacción tan fuerte la presión cae por la pérdida de volumen circulatorio pudiendo llevar a la muerte.

El segundo tipo son respuestas inmunológicas mediadas por células, que provocan manifestaciones tardías y duraderas, al contrario de las anteriores. Estas se conocen como No mediadas por IgE y son manifestaciones generalmente dermatológicas o digestivas (enteropatías, proctolitis, enfermedades digestivas eosinofílicas).

¿Cómo se diagnostica la alergia a alimentos?

Todo paciente que haya tenido una reacción tras la ingesta de un alimento debe ser evaluado por un alergólogo, de acuerdo a la historia clínica se decidirá cómo, cuándo y qué pruebas hacer.

Generalmente el diagnóstico se hace con una prueba rápida en la clínica que se llama prick test o prueba cutánea de alergia, donde lo que hacemos es ver la reacción cutánea que hay al colocar un extracto comercial del alimento o el alimento directamente (prick by prick). Se punza con una lanceta sobre la piel y se esperan 15 minutos para ver la reacción.

También existen las pruebas de IgE específica en suero sanguíneo, que son útiles en determinados casos.

Muy importante hacer consciencia que las pruebas comerciales que miden IgE no tienen ningún valor científico en el diagnóstico y tratamiento de alergias. También es importante saber que no existen pruebas preventivas con las que podamos predecir qué alergias padecerá alguien, así que las pruebas se hacen únicamente contra los alimentos sospechosos, no paneles extensos de miles de alimentos y no se hacen si no ha habido reacción alguna, ya que esto aumentaría los resultados falsamente negativos o falsamente positivos.

Las pruebas son un complemento a la historia clínica, pero no quieren decir que retiremos alimentos actualmente tolerados por una prueba cutánea o de sangre.

La alergia a los alimentos es un mundo muy complejo y amplio, por lo que siempre deben acudir a un especialista en caso tengan dudas si podrían tener este diagnóstico o no.

Tratamiento de las alergias

En el caso de una reacción alérgica el tratamiento siempre debe ser indicado por un médico, puede necesitarse acudir a urgencias o a su médico de cabecera para recibir el tratamiento. En los pacientes ya conocidos por alergias indicamos un protocolo de tratamiento que deberá entregar en los centros educativos y tener varios kits a disposición.

Desde hace varias décadas se han desarrollado tratamientos específicos que intentan modificar la respuesta inmunológica tratando de lograr la tolerancia al alimento. Se conoce con el nombre de desensibilización oral o inmunoterapia oral.

Se dejó atrás la tendencia de simplemente evitar el alimento (especialmente en el caso de huevo y leche) y los estudios actuales apoyan cada vez más dejar atrás la evitación estricta, especialmente si ya hay cierta tolerancia como en trazas y escalar hacia la tolerancia no la evitación.

Hay que individualizar cada caso y depende de cada alimento, pero esto será decidido por el especialista.

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