Bienestar

Estrés, miedo, ansiedad y ataques de pánico

Lcda. Ana Mercedes Echeverría Romero / Psicóloga Clínica


Nos encontramos viviendo en una época donde todo ocurre de forma acelerada, todo urge, todo es “para ahorita”, la era del excesivo acceso a la información, donde los conceptos de éxito y bienestar dependen y se demuestran con bienes materiales, qué títulos poseemos, qué tanto trabajo realizamos y qué tan cansados estamos. Y a esto se le agrega que estamos viviendo una pandemia que aún no ha terminado, aumentando la preocupación del día a día, ya que debemos seguir las medidas sanitarias para cuidarnos y protegernos para no contagiarnos y no contagiar a nuestros seres queridos.

Con todo esto, no es de extrañar que los términos de estrés, miedo, ansiedad y ataques de pánico sean cada vez más frecuentes entre nuestra sociedad. Estos términos muchas veces pueden resultar confusos para la mayoría de las personas, generalmente los solemos utilizar para referirnos a estados de alteración que producen molestias a nivel físico, emocional y psicológico. La intención de este artículo es que le sea más fácil al lector identificar cuál de estos padecimientos le pudiera estar afectando para saber si es necesario buscar atención médica o psicológica, o cómo poder buscar algún tipo de ayuda que permita estabilizarlo en caso de ser necesario.

Cuando el estrés se prolonga mucho tiempo puede ocasionar problemas cardiovasculares, problemas en el peso, problemas a nivel sexual, insomnio o exceso de sueño, envejecimiento prematuro entre otros.

Cierta cantidad de estrés es necesario para superar las situaciones que demandan más esfuerzo y activación, pero el exceso puede llevarnos a la ansiedad; la ansiedad en exceso puede llevarnos a experimentar ataques de pánico, la ansiedad en exceso y miedos excesivos pueden desarrollar un trastorno de ansiedad.

Como bien se mencionó anteriormente el estrés es una reacción fisiológica en la que el organismo se colocó en alerta máxima para enfrentar diferentes situaciones, el miedo al igual que la ansiedad es una reacción normal frente a un peligro donde se activa el sistema de huida o respuesta, este sistema está instalado en todos los seres humanos con la función de ayudarnos a sobrevivir ante una situación de peligro,   pero podemos hacer una distinción entre ambos conceptos: el miedo en la mayoría de los caso es específico, o sea, lo que percibo como peligro es una situación real específica que activa la reacción fisiológica parecida al estrés, pero que en este caso me prepara para salir corriendo o atacar si fuera necesario, mientras que la ansiedad es general y consiste en una preocupación que apunta al futuro.  Este miedo al futuro donde la amenaza generalmente no es real o sea no esta pasando en ese momento, el peligro esta en mi cabeza, lo genera la persona con sus pensamientos.

Lo interesante de este sistema es que en el caso del miedo a la situación en la que se percibía el peligro pero ya pasó, el mismo sistema envía la señal al cerebro de que ya no hay nada que temer y los síntomas de alerta que se activaron como el corazón acelerado, sudoración excesiva, respiración agitada, dilatación en las pupilas etc, disminuyen y el organismo vuelve a la normalidad buscando la autorregulación a lo que se le llama “homeostasis” que es la capacidad de mantener a nuestro organismo estable.

En el caso de la ansiedad, como ya mencionamos anteriormente, el peligro lo crea la persona en su cabeza, con sus pensamientos, veamos un ejemplo: en la consulta clínica se observan muchas personas que después de terminar una relación de pareja tienen la creencia que no volverán a encontrar a nadie más y se activa el temor de quedarse solos, preocupación enfocada al futuro.

En el caso de los ataques de pánico, vendría a ser una acumulación excesiva de ansiedad cuyo síntoma principal es miedo a la muerte.  Cuando los síntomas ansiosos se vuelven excesivos y difíciles de controlar, pueden llegar a afectar seriamente nuestras actividades diarias, cuando ya no nos permite disfrutar la vida en interfiere en el trabajo, en las relaciones de pareja, vida social etc, es momento de buscar ayuda medica y psicológica.

Es importante agregar que los ataques de pánico están presentes en la mayoría de los trastornos de ansiedad, los trastornos de ansiedad son los que comparten ansiedad y miedo excesivos, así como alteraciones en la conducta, en estos casos es necesario acudir y buscar ayuda de un profesional médico psiquiatra y de un psicólogo, ya que con el tratamiento adecuado los pacientes pueden experimentar mejoría.

Aunque los términos de estrés, ansiedad, miedo y ataques de pánico no significan lo mismo, si están relacionados entre sí, es más: un padecimiento puede englobar al otro según las circunstancias.  En el caso del estrés podríamos definirlo como una reacción fisiológica ante un estimulo que el individuo percibe como un exceso de situaciones que superan sus recursos y que la persona considera no ser capaz de enfrentar, como puede ser la perdida de un ser querido, la perdida del trabajo, enfrentarse a un acontecimiento importante como una boda, problemas laborales o la quiebra económica por mencionar algunos ejemplos.  Ésta sobrecarga puede ocasionar malestar físico como: dolor de cabeza, falta de energía o concentración, problemas con la memoria, problemas en la salud mental como ansiedad o depresión.

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