Redacción: Dr. Roberto Martínez Médico Psiquiatra y Psicoterapeuta
Solo escuchar “cáncer” puede provocar cambios neurofisiológicos en nuestro cerebro dependiendo de cuál ha sido la experiencia de vida relacionada con el término; mucha de la información para el público respecto a su manejo y prevención, utiliza el temor como vehículo para provocar que las personas se hagan exámenes a tiempo. Con todo y que esto tiene buenas intenciones, también se fortalece así la asociación entre cáncer y temor. Es válido experimentar temor ya que viene de la percepción que es algo impuesto, involuntario y que implica sufrimiento. En realidad, cualquiera que sea la reacción inicial, es válida, pero también es posible procesar y escoger una respuesta consciente que facilite el proceso, tanto para el paciente como para su familia.
Estar allí y estar cerca
Esta es la primera estrategia para familiares y amigos de personas con diagnóstico de cáncer. El atravesar junto con otros las fluctuaciones de ánimo que se experimentan normalmente, fortalece cualquier vínculo y trae a la relación beneficios que nunca se hubieran obtenido antes. Uno de los mayores predictores de larga vida y calidad de vida ya estudiados para los humanos, son las relaciones con familia y amigos. Relatos de pacientes confirman que el caminar junto con alguien más durante ese proceso cambió su experiencia hacia una mejor.
Traer positivismo
Sobrevivientes de cáncer hablan que, durante el proceso, no pueden y no quieren tolerar si quiera una pizca de negatividad de la gente alrededor; incluso algunos de ellos enfatizan la importancia de que familiares y amigos traigan siempre una actitud positiva al estar cerca. Un tiempo pensé que este sesgo hacia lo positivo podría obstaculizar la aceptación de la realidad e impedir un genuino proceso de duelo. Algunas estrategias dentro de la línea de terapia cognitivo conductual desarrollada por Aaron Beck y el relato de personas sobrevivientes me ayudaron a entender esto mejor: Debido a que la persona se encuentra ya con un sesgo catastrófico como respuesta humana y normal, es necesario hacer contrapeso a ese sesgo catastrófico con otro sesgo positivo y saludable, que lejos de alienar a la persona de su realidad, le ayuda a lograr una perspectiva más balanceada y sana sobre la vida. No se trata de maquillar la realidad, sino de tener un radar alerta para encontrar puntos verdaderamente positivos dentro de las difíciles circunstancias actuales y resaltarlos.
Entender que como familiar o amigo también es válido pasar por distintas emociones
Cuando el familiar de la persona diagnosticada con cáncer decide acompañarle, también va a experimentar un proceso de duelo propio. Algunas veces es más complejo si dentro de la historia de la relación han existido dificultades. Paciente y familia van a facilitar su camino buscando ayuda emocional y psicológica adecuada.
Apoyar al familiar en conocer e incorporar una nueva nutrición y actividad física apropiada
Este es un buen momento para junto con su familiar, adaptarse a un nuevo estilo de vida que fortalezca una mejor salud integral. Entre más información correcta sobre nutrición y ejercicio se tiene, es más fácil ir haciendo cambios estratégicos. Yo recomiendo también incorporar técnicas accesibles y fáciles de aprender como Mindfulness. La evidencia científica muestra que ayuda a un mejor estado inmunológico, promoviendo a la vez menos ansiedad y mejor humor.
Informarse bien y buscar la mejor comunicación posible con el médico tratante
Esto algunas veces puede ayudar al familiar a entender mejor la información o amortiguarla si fuera necesario. Estar bien informado de lo que esta sucediendo en el proceso va a calmar ansiedades y esa comunicación fortalecerá un vínculo sano con el médico y demás profesionales involucrados, contribuyendo así al éxito del tratamiento.
Es sano explicar a cada familiar lo que sucede tomando en cuenta su edad y nivel de desarrollo
Los niños se dan cuenta de todo. Si son parte de la familia, es mejor explicarles según su nivel de desarrollo. La falta de información les causaría mas tensión. Cuando se trata de personas mayores también se pueden hacer ajustes para amortiguar la información.
Promover espacios para compartir con otras personas con el diagnóstico
Usualmente en los centros de tratamiento se facilita ir conociendo a otros valientes que se están tratando por el mismo diagnóstico u otros similares. El acompañar y apoyar a otros que necesitan tratamiento, ayuda a quitar el enfoque natural en lo difícil de las circunstancias propias.
Ser empático con los cambios que el familiar experimenta
Como resultado de algunas intervenciones farmacológicas y quirúrgicas puede haber cambios importantes en el físico del paciente. El apoyo de sus seres cercanos para lograr una adaptación a pérdida de cabello o cualquier modificación anatómica resultado de una operación no solo es posible sino sano. Los cambios no solo son en lo externo, algunas veces hay cambios en la libido. El rol de la pareja para lograr adaptabilidad a estos cambios es estratégico.
Promover la espiritualidad y la fe
La evidencia científica de más de 20 años, ha demostrado que física y emocionalmente hay una marcada diferencia en el resultado final, ya sea este el que se desea o no, cuando se involucra la espiritualidad. Provee trascendencia y facilita encontrar un sentido al proceso. Aumenta la experiencia de amor junto con amigos y familia. Da esperanza y propósito en la visión a largo plazo del paciente y su familia.
