Licda. Paola Linares Monterroso / Psicóloga
Cada año es una nueva oportunidad que nos da la vida de cumplir nuestras metas y sueños, generalmente iniciamos en enero motivados y convencidos que vamos a cumplir nuestros objetivos; sin embargo, muchas veces por una u otra razón los meses van pasando y nos damos cuenta al final de cada año, que otra vez se nos pasó el tiempo sin cumplir
esas metas que nos planteamos al inicio. Esto obviamente es algo que nos desmotiva, pero debemos ser conscientes si la razón o las razones por las que no cumplimos nuestros objetivos en el año fueron causas de fuerza mayor o fuimos nosotros mismos el obstáculo. Muchas veces conforme van pasando los meses suceden cosas de fuerza mayor que nos impiden alcanzar esos objetivos, pero también a veces nosotros mismos nos damos excusas como “no tengo tiempo” “no tengo dinero” “no me quiero esforzar” “estoy muy cansado” “la otra semana si empiezo” y así, se nos van pasando los meses y los años y nos damos cuenta que no tenemos ese compromiso con nosotros mismos. Pero además de los objetivos, a lo largo del año pueden pasar otras situaciones como la pérdida de un familiar, enfermedades, pérdida de nuestro trabajo y son razones de fuerza mayor para sentirnos desmotivados al final de año y sentimos que no hay ninguna razón para festejar un nuevo año y comenzarlo con motivación y es precisamente cuando suceden esas cosas que es importante desarrollar la resiliencia, que es la capacidad de sobreponernos y salir adelante ante cualquier situación difícil que nos presente la vida. Entonces, es importante comprender que el hecho de que hallamos tenido dificultades durante el año no significa que no podremos salir adelante, por lo que debemos enfocar esa desesperanza en tener fe en que el nuevo año podrá ser mejor que el anterior y que buscaremos de una u otra manera la forma de salir adelante de las dificultades.
Siempre es bueno a fin de año hacer un pequeño resumen de lo bueno y lo malo que vivimos, las experiencias aprendidas y los errores cometidos, ya que todo forma parte de nuestro crecimiento personal y nos ayuda a enfocar de mejor manera nuestro rumbo en la vida. Por lo que al final, si consideras que por una u otra razón el 2021 no fue tu año, no te desanimes, agradece por lo que tienes, por la vida, la salud y espera el nuevo año con la esperanza que poco a poco con esfuerzo, constancia y disciplina, será otro paso más para acercarte a esos objetivos que tanto deseas.