Antes que nada, debemos definir a la salud reproductiva como: “Un estado de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos”.
El objetivo de la salud sexual es la optimización de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción.
Los derechos reproductivos se basan en el conocimiento de derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente la cantidad de hijos que desean tener, el espaciamiento de los embarazos y la planificación familiar, de tener la información y los medios para hacerlo, el derecho de alcanzar el mejor estándar de salud sexual y reproductiva.
Se debe tener ciertos aspectos de los criterios sociales, de conducta y otros criterios no médicos, en particular la preferencia de la persona usuaria, la provisión de opciones anticonceptivas de manera que se respeten y se ejerzan los derechos humanos, requiere ayudar a las personas a tomar decisiones informadas por sí mismas.
En conclusión, se debe proporcionar sobre cada método anticonceptivo lo siguiente:
- Eficacia relativa.
- Uso correcto.
- Cómo funciona.
- Efectos secundarios frecuentes.
- Riesgos y beneficios para la salud.
- Signos y síntomas que requieren chequeo médico.
- Retorno a la fertilidad tras la suspensión del uso.
- Protección contra infecciones de transmisión sexual.
- Recuerda, que todas somos diferentes, y existen métodos que se adaptan a cada mujer.
El artículo fue escrito por la Dra. Rocío Serrano, para mayor información y contacto:
Especialidad: Ginecóloga y obstetra ultrasonografista.