En Guatemala los índices de sobrepeso y los casos de obesidad van en aumento, ya que la población ha incrementado la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares, pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes; lo que lleva a un aumento de porcentaje de grasa corporal y se tiene mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como la Diabetes.
La Obesidad es una condición de malnutrición, causada por un desequilibrio entre el gasto energético de nuestro cuerpo y el consumo de alimentos, influenciado, más por un factor externo que por un factor genético, el cual se ve agravado por el estilo de vida que adoptemos; esto no quiere decir que todas las personas con obesidad lo van a llegar a desarrollar, también influye el estilo de vida que lleve cada persona, malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
La Diabetes es una enfermedad crónica no transmisible, que se caracteriza por presentar niveles de glucosa mayores a los normales. La glucosa es azúcar que proviene de los alimentos que ingerimos día con día, la cual circula por la sangre y es utilizada por el organismo como fuente de energía principal para realizar todas nuestras actividades básicas y vitales.
La obesidad, sobrepeso, sedentarismo y otros malos hábitos de una persona que normalmente está acostumbrada a comer cantidades de alimentos más elevadas a las que necesita al día (principalmente comida rápida, carbohidratos complejos o refinados), dan como resultado, un exceso en el consumo de azúcares y derivando Diabetes tipo 2. En muchos casos, por las mismas causas mencionadas anteriormente, se tiende a desarrollar hipertensión arterial, hipertrigliceridemia y hipercolesterolemia; dando lugar al síndrome metabólico, que consiste en un metabolismo alterado o dañado.
El sobrepeso y la obesidad son los factores de riesgo más importantes para la aparición de DM tipo 2, de hecho, el 80% de los pacientes con DM tipo 2 presentan sobrepeso, y el 60% de obesos presentan intolerancia a los carbohidratos. Sin embargo, está demostrado que es posible disminuir considerablemente la prevalencia de ambas enfermedades y la de comorbilidad, asociadas con las medidas preventivas adecuadas.
A medida que aumenta el IMC (indice de masa corporal), aumenta la posibilidad de presentar DM tipo 2, por lo que se recomienda mantener un IMC saludable. Asimismo, se ha demostrado con muchos estudios que pérdidas ponderales moderadas de 10 a 20 libras en grasa, no solo ayudan a mejorar el control glicémico si no a evitar utilizar fármacos hipoglucemiantes hasta poder llegar a remitir la enfermedad.
Independientemente del grado de sobrepeso u obesidad, la distribución de la grasa en el cuerpo también es un factor importante. El tener mayores cúmulos de grasa visceral y alrededor del área abdominal es un riesgo mayor para obtener DM tipo 2. Esto se debe a que el factor etiológico más importante para desarrollar hiperinsulinismo es el aumento de grasa corporal visceral. En presencia de resistencia a la insulina derivada del aumento de grasa visceral; las células del páncreas comienzan a producir más insulina, lo cual nos lleva principalmente a un hiperinsulinismo con una glicemia normal, pero, a lo largo del tiempo, la glicemia se ve alterada, produce una intolerancia a la glucosa y finalmente se presenta una DM tipo 2, ya que el páncreas ya no puede cumplir con la demanda de insulina requerida.
Cuando la Diabetes no logra ser controlada, nuestro cuerpo deja de producir insulina endógena, por lo que es necesario la implementación de inyecciones de insulina exógena para poder cubrir las necesidades básicas requeridas por nuestro cuerpo, en el cual el conteo de carbohidratos juega un papel principal para poder recibir la terapia correctamente.
Prevenir y combatir el sobrepeso y la obesidad es la clave para evitar no solo el desarrollo de Diabetes, sino de muchas otras enfermedades relacionadas con el exceso de peso. Por lo que, es importante asistir a chequeos, tanto médicos como nutricionales rutinariamente, para una detección temprana, tomar acciones al respecto y evitar su desarrollo o evolución.
Cabe mencionar que al momento de ser una persona con Diabetes, es fundamental mantener un plan de alimentación adecuado y personalizado, esto ayudará a tener una vida estable y fundamentalmente prevenimos complicaciones provenientes de la misma, como problemas oftalmológicos, nefropatías diabéticas, pie diabético, neuropatía diabética y enfermedades cardiovasculares que pueden llegar hasta infartos.
La solución está en un estilo de vida saludable, optando por una alimentación sana y equilibrada, combinada con actividad física, ya sea con ejercicio o tu deporte de preferencia, hidratacion óptima y descanso nocturno apropiado; ya que son básicos para alcanzar un estado de salud y bienestar propio, tanto físico como mental, implementándolo desde temprana edad.
Asimismo recomendamos que todas las personas se aboquen con un nutricionista para obtener una dieta equilibrada y personalizada que se adapte a las necesidades y estilo de vida, según su requerimiento calórico energético total y así poder llevar un registro adecuado de antropometría y evolución.