Metabolismo

Muchas veces nos hemos preguntando porqué algunas personas comen y siguen delgadas, lo primero que se nos viene a la mente es pensar que tienen un metabolismo acelerado o tienen buen metabolismo. ¿Pero sabemos en realidad qué es y en qué consiste?

Por esta razón consultamos al doctor José Girón, médico internista con especialidad en Endocrinología y Metabolismo, quien nos dirá como funciona el metabolismo en nuestro cuerpo.

¿Qué es el metabolismo?

– El metabolismo no es un órgano, no es algo físico que podamos localizar en el cuerpo. Más bien, es el conjunto de procesos químicos y físicos que sirven a cada célula para transformar lo que comemos y respiramos en sustratos que le ayuden a obtener la energía y la estructura necesarias
para crecer y reproducirse.

Dicho de otro modo, el metabolismo es la concatenación multidireccional
de mecanismos de fabricación de bloques de construcción y obtención de energía imprescindibles para mantener la vida. El metabolismo tiene dos grandes componentes, el anabolismo y el catabolismo. Uno se encarga de construir a través de los sustratos suministrados y el otro de procesar estructuras grandes a otras más pequeñas.

Podríamos comparar al metabolismo con los procesos de transformar la materia prima de una fábrica en el producto final listo para venderse, pero también con la transformación de los residuos de esa fabricación en desechos reciclables que contaminen lo menos posible al ambiente.

Entre mejor calidad tenga esa materia prima y mejor entrenamiento tengan los responsables de la fabricación, entre mejor cuidadas estén las máquinas y entre mejores sean los procesos de gestión de calidad dentro de la empresa, mejor será mi producto final y asimismo mejor será mi forma de deshacerme de los residuos de la fabricación.

Según el especialista, es la forma en la que procesamos todo lo que consumimos, comemos y formamos en el organismo. ¿Has escuchado decir a las abuelas que era necesario dejar tiempo a la digestión? El principio era bien empleado, el cuerpo también necesita tiempo para procesar y crear nutrientes que harán que estemos sanos.

¿Qué es lo que desconocemos del funcionamiento diario del metabolismo?

–El metabolismo es enorme y muy complejo, se desconocen aún algunos procesos de su regulación. Por ejemplo, mientras en un órgano una enzima tiene un efecto, en otro tejido esta misma molécula puede llevar a cabo funciones antagónicas. Se conoce bastante, pero es humanamente imposible que una persona sepa todos los procesos que se llevan a cabo, son centenares de miles de pasos que se dan al mismo tiempo por todo el cuerpo.

Cuando hablamos de ello, ¿hay alguna razón específica para prestarle más atención de la que se le da?

–Sí, se le da muy poca atención en términos generales. La gente no sabe que desde que respira ya está suministrándole al metabolismo uno de sus principales actores, el oxígeno. Hay procesos metabólicos mientras se está en ayuno, mientras se está comiendo, justo después de comer, al hacer ejercicio, al estar agudamente enfermo. Cada una de estas etapas tiene fases específicas del metabolismo y es bueno que las personas tengan la noción de qué se trata todo esto.

¿Cómo podemos mejorar nuestro metabolismo?

–Definitivamente entre mejor calidad tienen los alimentos que ingerimos,
entre más limpio es el aire que respiramos, mientras menos disruptores químicos ingresemos al sistema, el tener porcentajes de grasa corporal y de masa magra adecuados, entre mejor nivel de hidratación tengamos será mejor para no entorpecer esos procesos metabólicos.

Se trata de darle a nuestra fábrica los mejores insumos, los mejores trabajadores, las mejores máquinas, los mejores sistemas de gestión de
calidad, el ambiente laboral más propicio que se pueda.

¿Cómo saber si tenemos problemas relacionados con el proceso metabólico?

–Este tema es bastante amplio ya que el metabolismo está en todo el cuerpo, cada órgano tiene su propio metabolismo para su funcionamiento y mantenimiento de su estructura individual, pero también hay órganos muy importantes que contribuyen en el metabolismo de todo el sistema, estos son; el hígado, el tejido graso, el músculo, el páncreas y los pulmones.

Usualmente los exámenes de sangre pueden revelar defectos metabólicos relevantes, pero más bien nos revelan ya las consecuencias de estos trastornos, por ejemplo, una glucosa elevada en ayuno, niveles altos de triglicéridos, ácido úrico alto, etc. son algunos de los hallazgos que pueden inferirse como trastornos específicos del metabolismo.

¿Cómo aprendemos a detectar esos problemas?

Usualmente las personas ven su peso como indicación del funcionamiento del metabolismo, y no está muy lejos de ser correcta esta apreciación, pero no solo los trastornos del metabolismo van a ocasionar variaciones en el peso ni solo el peso es reflejo de alteraciones en estos procesos.

Es importante entender el funcionamiento del metabolismo ya que de esta manera podemos aportarle a nuestro cuerpo los alimentos, el ambiente y el ejercicio adecuado.

Si tienes dudas acerca de tu metabolismo o crees que puedas tener alguna enfermedad relacionada con éste, te recomendamos que puedas acudir con un especialista.

¿Qué cambios específicos debemos hacer para ayudar a nuestro proceso metabólico?

Tener una alimentación balanceada, me refiero a alimentos naturales, poco procesados, que la distribución de macronutrientes sea la correcta (esto es como darle una materia prima de calidad a la fábrica).
Hacer ejercicio cardiovascular suficiente (150 minutos a la semana está bien).
Enfocarse no tanto en perder peso, qué si bien es muy importante, sino en tener una composición corporal saludable donde haya un porcentaje de grasa bajo y aumentar el porcentaje de músculo estriado (este músculo debe obtenerse a través del ejercicio isométrico para que tenga las características energéticas deseadas, no debe ser un musculo dinapénico). Puede verse al musculo saludable como el gran aliado del metabolismo más sano, obviamente todo con medida. El ejercicio llevado a extremos también puede tener repercusiones energéticas perjudiciales.
No fumar ni beber
Dormir suficiente en calidad y cantidad.
Mantener un adecuado nivel de hidratación