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Tecnoestrés Cómo el uso de la tecnología repercute en nuestra salud

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Licda. Viviana Herrera Boy/Psicóloga Clínica


Desde hace ya alrededor de 20 años, la tecnología empezó a utilizarse en el ámbito laboral como una herramienta destinada a facilitar e innovar el trabajo que empleábamos día con día. Los trabajadores se adaptaban cada año a nuevos recursos tecnológicos como el correo electrónico, ordenadores portátiles, tabletas y aplicaciones de mensajería instantánea. Sin embargo, la tecnología está en constante cambio, por lo que la exigencia se fue incrementando en cada puesto o empresa en donde se utilizaban diferentes métodos tecnológicos.

En la actualidad, la tecnología puede ser un aliado o convertirse en un problema que afecta nuestra salud. El psiquiatra norteamericano Craig Brod, acuñó el término tecnoestrés el cual hace referencia a un estado psicológico negativo causado por la exigencia del uso de las diversas tecnologías. Las consecuencias de dichas exigencias pueden ser detectadas por síntomas como la ansiedad, la fatiga y el aislamiento social. La dependencia tecnológica también tiene como resultado altos niveles de estrés.

La invasión diaria de correos electrónicos, información excesiva en páginas web, redes sociales, las llamadas telefónicas después del horario acordado entre patrono y trabajador, están generando problemas psicosociales y emocionales. El teletrabajo o el trabajo desde casa se ha ido implementando y cada vez se hace más difícil desapegarse de el celular o la computadora portátil.

Aunque es un tema del cual preocuparse, podemos crear hábitos saludables para mejorar nuestra calidad de vida:

  1. Es importante separar tu vida personal de tu vida laboral. Tienes derecho de pasar tiempo de calidad con tu familia, amigos y tener tiempo para otras actividades fuera del ámbito laboral.
  2. Distinguir lo urgente de lo importante es esencial. Al planificar tu día, podrás seleccionar las tareas que requieren de tu atención inmediata durante tu jornada laboral. Si estructuras tus tareas con orden de importancia,
  3. Pedir ayuda no está mal. Si tienes complicaciones con el nuevo sistema de tu trabajo, solicita apoyo. La tecnología está en constante cambio y familiarizarte llevará siempre algo de tiempo.
  4. Retoma el control de tu vida. Evita vivir en automático, concéntrate en el presente y en lo que estás realizando. Pensar en el futuro solo te causará más ansiedad.
  5. Si conoces a alguien de la tercera edad que esté teniendo problemas con las exigencias tecnológicas impuestas en su ámbito laboral o en la vida diaria, puedes brindarle apoyo. ¡Nada mejor como el trabajo en equipo!