Las mascarillas con productos naturales, los aceites esenciales y los productos elaborados sin químicos son una excelente alternativa para ayudar a nuestra piel a lucir sana.
La tendencia al uso de productos naturales ha hecho que cada día más personas se fijen en el contenido de los productos que usualmente compran y de sus posibles efectos adversos; es por esta razón que optan por productos naturales u orgánicos.
Razones para cuidar la piel con productos naturales:
- Nutren la piel sin resecarla: los productos naturales son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, estas sustancias estimulan la producción de aceites naturales y favorecen la auto regeneración celular.
- Menor riesgo de alergias: la mayoría de los productos naturales suelen no tener efectos secundarios, por supuesto puede haber excepciones. Es importante que antes de aplicar el producto hagas una prueba en tu muñeca y observa posibles reacciones adversas como: hinchazón, enrojecimiento, prurito, resequedad, irritación entre otros.
- Se adaptan fácilmente al tipo de piel: por su composición resultan menos agresivos para el pH.
Los mejores productos naturales:
Papaya: contiene una enzima llamada “papaína” que tiene propiedades regeneradoras y por ende acelera la caída natural de las células muertas de la piel, ayuda a hidratar y a prevenir el envejecimiento prematuro. La papaya también contiene vitamina A, E y C, minerales como magnesio y potasio.
Aloe: es uno de los productos más empleados en la salud ya que contiene propiedades regeneradoras; sus ingredientes combaten el ardor, el enrojecimiento, la picazón, la inflamación, entre otros. Lo podemos utilizar para atenuar lesiones recientes, mantener hidratada la piel ya que la deja con sensación de frescura.
Aceite de almendras: es rico en vitamina A y E, potasio, zinc, proteínas y ácidos grasos monoinsaturados; ayuda a mantener las células de la piel sanas y a la vez las protege de los rayos UV. Contiene propiedades antivirales, antisépticas, antiinflamatorias y antibacterianas. Ayuda con la resequedad, las erupciones y el eccema.
Aceite de coco: es rico en ácido láurico (ayuda a tratar el acné), hidrata a profundidad, es rico en vitamina E y K; no es recomendado para pieles grasas.
Miel: es rica en nutrientes y enzimas que ayudan a exfoliar la piel de una forma suave. Tiene propiedades antisépticas, antimicrobianas, regeneradoras, calmantes e hidratantes.
Aguacate: contiene antioxidantes, vitaminas A, D y E; potasio, lecitina, ácidos grasos y omega 3. El aceite de aguacate estimula la síntesis del colágeno, lo que ayuda a la piel a sanar y a regenerarse.
No olvides consultar a un dermatólogo para identificar tu tipo de piel y que ayude a determinar a que productos le puedes sacar más provecho para cuidarla y hacerla lucir sana, suave y luminosa.