Vivimos en una sociedad con una población amenazada por el envejecimiento temprano, enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial y diabetes, además de problemas de salud mental como el estrés y la depresión las cuales son causas de enfermedades del sistema gastrointestinal como gastritis nerviosa, colon irritable y reflujo gastroesofágico.
Estas son enfermedades que dependen fundamentalmente del estilo de vida y que pueden prevenir/tratarse con una adecuada educación en hábitos de alimentación saludables.
El rendimiento laboral y el estado nutricional son un dúo que no se puede separar, el lugar de trabajo es donde generalmente los adultos pasan la mayor parte del tiempo, haciendo incluso dos de las comidas principales del día en el mismo.
Además, se ha visto que los trabajadores realizan desayunos de mala calidad y poca cantidad, almuerzos hipercalóricos acompañados de bebidas refrescantes y estimulantes, todo ello consumido rápidamente ya que en los últimos tiempos la comodidad sustituye a la calidad cuando se trata de comer en la jornada laboral. Esto último hace que el period después de comer sea somnoliento y, por tanto, que el trabajador tenga un menor rendimiento laboral, tanto mental como físico.
¿Por qué un trabajador sano beneficia a la empresa? Para cualquier empresa, su capital más importante son las personas que la conforman. Cuando el trabajador sano:
- Es más eficiente.
- Está alerta y pleno de energía
- Mejora el clima laboral, motivación y participación
- Disminuye el riesgo de sufrir accidente o enfermedades
- Maneja mejor las situaciones de estrés
- Reduce el absentismo y costo médico
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en trabajadores puede incrementar los niveles de productividad en un 20%.
El artículo fue escrito por la Licda. Karla Pamela Solares, para mayor información y contacto:
Especialidad: Nutricionista.