Las afecciones de la piel son consideradas en menor medida ya que no se le presta la atención adecuada, en el caso de los niños, ¿cuándo determino si es algo inusual y no aleatorio?, la dermatitis atópica es una enfermedad que todo padre tiene que tomar en consideración y prestar atención.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica (también conocida como eccema atópico) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por picor intenso y lesiones eccematosas recurrentes. en el 80% de los casos el niño ha heredado un terreno alérgico (por lo tanto, tiene otros familiares con alergia).
¿Cómo empieza?
Todo inicia durante la lactancia, presentando una piel seca, enrojecimiento y formación de grietas. Se manifiestan en distintas zonas del cuerpo, las cuales varían según la edad del paciente.
¿Cuáles son las repercusiones a diario?
Las placas rojas inflamadas pican considerablemente, llegando a provocar trastornos del sueño, cambios de humor, irritabilidad y, a veces, dificultades escolares. Situaciones de calor, sudor o estrés incrementan las lesiones y el picor.
¿Cuál es la evolución?
Entre el 15 y el 20 % de los lactantes padecen eccemas, pero, en el 80% de los casos desaparecen entre los 3 y 6 años. Sin embargo, el niño puede desarrollar alergias alimentarias, en especial el lactante (alergia a la proteína de la leche de vaca), y/o respiratorias, como rinitis alérgica o asma.
¿Cuáles son los principios de tratamiento?
El tratamiento básico de la dermatitis atópica consiste en la hidratación de la piel seca a través de cremas emolientes que protejan la piel como una película. Cremas antiinflamatorias locales sobre las lesiones que con tengan corticoides, las cuales deben ser prescritos por su dermatólogo, ya que requieren del consejo y explicación de este para que sea eficaz.
Reglas de higiene:
Durante el baño usar jabones suaves, evitar productos perfumados y no usar esponjas. Secar suavemente la piel, y aplicar casi de forma inmediata la crema hidratante. Elegir ropa de algodón, evitar todo lo que sea áspero (como la lana). No usar una cantidad excesiva de jabón o suavizante.